Antes de morir, Tristan le prometió a
Ivy que la protegería y que la querría para siempre. El amor verdadero nunca muere.
Ivy es nueva en el instituto de Stonehill, una localidad cercana a Nueva York a la que acaba de mudarse con su hermano y su madre. Es una chica responsable, tímida, buena estudiante y un poco solitaria que siempre ha creído en los ángeles, que considera sus mejores y más fieles aliados. Pronto hace un pequeño círculo de amigas que la ayudan a integrarse a su nueva vida y al instituto.
Tristan es el capitán del equipo de natación. Es un chico inteligente, valiente y uno de los más populares del instituto, aquel por el que suspira la mayoría de las chicas. Cuando Ivy y Tristan se conocen no pueden evitar sentir que están hechos el uno para el otro, son almas gemelas, y se convierten en la pareja perfecta.
Todo cambia cuando Tristan muere repentinamente en un accidente de coche. Ivy cree haberlo perdido todo, incluso su fe en los ángeles que, esta vez, parecen haberla abandonado... hasta que empieza a sentir cosas extrañas a su alrededor, como si una misteriosa presencia la acompañara, estuviera junto a ella, la protegiera...
Antes de nada, disculparme por mi ausencia y la que está por venir. El caso es que me surgió un viaje a París de la nada y lo firmé antes de que me diera tiempo a programar alguna entrada o a comentaros a todos. Ahora estoy visitando a la familia, pero prometo que en unos días volveré al ruedo y os devolveré las visitas. Promeee.
Sobre el libro, decir que me interesó más que nada porque estaban los tres tomos de la trilogía en uno sólo, teniendo en cuenta lo mucho que me molesta esperar a que lleguen las segundas y terceras partes de las sagas.
No sabía que esperar de este libro y, esperara lo que esperara, no ha
resultado ser así. Sin embargo, eso no tiene por qué ser algo negativo; al
contrario, mis expectativas eran tan bajas que Almas Gemelas ha resultado una
grata sorpresa. Cuando leí en la sinopsis la palabra "ángel", no pude
evitar suspirar ante el recuerdo de Halo, el debut de Alexandra Adornetti. Por
si no lo habéis leído, se puede resumir en tres sílabas: pas-te-lón.
Sí, sí.
Almas Gemelas caerá en muchos tópicos de la literatura juvenil y muchos de sus
personajes tienen menos personalidad que una pizarra de instituto, pero resulta
entretenido y original. Y digo original porque, por mucho que el tema de los
ángeles haya sido tratado y retratado, nunca me había encontrado con un libro que
hablara con tanta naturalidad de "rezar" a los ángeles o de "ir
al cielo". Estés de acuerdo o no, respeto a la autora por su valentía y
libertad de opinión, sobre todo hoy en día.
Ivy |
En
cuanto a las partes que me escuecen... Ivy, la protagonista, sin ir más lejos.
La describen como tímida, divertida y artística; pero yo diría sosa, sosa y
sosa. A lo largo del libro, va cosechando un rebaño de tíos buenos que la
siguen como corderitos y yo sólo puedo preguntarme ¿qué narices ven en ella?
Luego
está Tristán, el supuesto novio perfecto que, por irónico que parezca, me
gustaría mucho más de no ser tan perfecto. Es un buen tío aunque demasiado
devoto a Ivy para mi gusto. Por mucho que una chica sea tu ojito derecho, no
por ello debes reírle todas las gracias, ¿no?
Y el
último tópico, prometido: las mejores amigas. Suzanne es una tía fácil con
mayúsculas, caprichosa y egocéntrica que no se parece en nada a Beth, una
escritora muy entregada. Y yo me pregunto: vale que Beth no sea muy guapa, pero
¿de eso a que Ivy se refiera en varias ocasiones a su cara de búho? ¿Qué clase
de chica piensa mentalmente en su mejor amiga como un ave carroñera? Al menos a
mí, no me parece normal. Y si eso no os escama... ¿lo hace el que en menos de
tres páginas y sin saltos temporales le diga "te quiero" a dos chicos
diferentes? No
comment.
Figuras de Ángeles |
Por último,
está lo de los ángeles. Desde la primera página Ivy dirige sus pensamientos
hacia "sus ángeles", que la salvaron de pequeña de morir ahogada y
desde entonces la protegen. Tiene su habitación llena de figuritas a las que
habla y encomienda la seguridad de sus seres queridos. Sus amigos prefieren
evitar el tema para no tacharla de loca; sin embargo, hay alguien que sí se
toma en serio sus historias. Phillip, su hermano pequeño y uno de mis
personajes favoritos. No sé, tal vez sea porque me recuerda al mío... Junto a
Lacey Lovitt, mis favoritos.
Debo
decir que esperaba algo más del final, demasiado obvio para mi gusto. Los
"malos" ya eran conocidos desde bastante antes y no hubo ninguna
"sorpresa final", como quien dice. Además, creo que Gregory se
merecía algo más de protagonismo. Contra todo pronóstico, la autora logró crear
un personaje muy complejo e interesante que se va desinflando hasta ser tan
plano como los demás. Una lástima, sin duda.